domingo, octubre 15, 2006

La Inolvidable Radio Jajá











(La nueva ola, la música de los años maravillosos, como los goles de Cubillas y los errores de García, nunca pasará de moda en el dial limeño..)

Por Jorge Páucar (*)

El taxista que me transporta todos los días, de la oficina a la casa, se llamaba Charly, A golpe de las 5 de la tarde, le dice Chau, chau, María a su mujer para seguir con su jornada de trabajo. Rumbo al paradero de su próximo cliente, la radio inolvidable de su auto Tico se llena de felicidad jajá con la música de Nino Bravo, Silvana Di Lorenzo, Camilo Sesto, Julio Iglesias, entre otros cantantes jurásicos del amor. Le digo: No pongas ese disco. Pero él, frente al timón, me responde: Pero debes comprenderme, me gusta esa música. Es tranquila, relajante, me hace recordar mi juventud, me confiesa. Prometo no malograrle su hora del lonchecito y me sumerjo también en ese huayco de melancolía y romanticismo en que se ha convertido el dial limeño. Entusiasmado por esta nueva ola prometo que voy a pintar las paredes con tu nombre mi amor.

Y es que nadie escapa a esta fiebre. Dos radios transmiten todo el día sin interrupciones que te amaré, te amo y te querré. La Inolvidable y Radio Felicidad se pelean a estos nostálgicos de la FM. 1160, tiene el corazón contento. Después de decirle adiós chicos de mi barrio a sus ex trabajadores de su radio hablada, ahora, propalan la música del Dúo Dinámico, antes de la era Batman y Robin. No hay Station, Couster ni línea 73 que no esté prendida a la música que hizo delirar al maestro del violín de las Juntas Preparatorias. Re, mi, fa, atención a mí. Sí, maestro.

La gente muere a diario de añoranza en la capital del puñal, los celos enfermizos, el flechazo vía chat y el amor en pedacitos. En el Callao, los maridos, hechos unos demonios, matan a sus esposas porque no quisieron el último beso. Murió la flor, aunque tu esencia en mí se quedó. En Comas, los esposos sacan los pies del plato, pero no saben perder cuando ellas les pagan con la misma moneda. Nunca, nunca, vida pienses eso, que mi amor por ti de pronto ha terminado. Se podrá acabar el mundo mas lo nuestro, seguirá su rumbo ya trazado. Y en las oficinas de Miraflores, San Isidro y San Borja, las secretarias, copian, escriben, callan y escuchan a mi tío Leo Ramírez presentando sus boleros de los años cincuenta. Otras le juran al disjockey Koky Salgado: te he prometido que no te voy a dejar.

La nueva ola es un tsunami de sentimiento en el mar del amor.

En Lima, la gente se pregunta, un día cualquiera: ¿qué piensas del amor? Como dicen Los Doltons, en el patio del Tottus del Cono Norte, un domingo de noche: Pienso que el amor es la más bella cosa que, laralalalá; viva, viva el amor, aquel amor del que se canta. Alfredito Correa no es el último romántico en esta capital mazamorrera. Lo es la tía que sale de compras de Ripley cantando para sus adentros que el amor estuvo aquí, allá y en acullá, como dice Leo Dan. Lo es el cadete secuestrado por su novia charapa. Te llamé porque hace un año que no hablamos, para romper aquel adiós que nos juramos, voy a pedirte de rodillas me regreses junto a mi, porque soy de ti y te quiero como antes, mucho más. Lo son los reporteros gráficos que babean por Lucianita León. Chiquilina oh, oh. Laura Bozzo muere de amor por Christian Zuárez. Lady Laura. La Medina se va de boca con su gringo. Bésame mucho. Toledo y su “Ilián” son una pareja de Cartoon Network. Somos dos marionetas que nos queremos, dos marionetas porque todo es ficción. Ollanta Humala y Nadine Heredia son un amor de vesícula, perdón, de película. Ya no soy el que tu amas pero soy, el que llora cada hora al recordar, cuando juntos nos miramos sin hablar por las calles de aquel viejo boulevar. ¡Provócame!

Todos disfrutan con la música del ayer. Rosas Rojas a ti. Los cantantes de ahora no emocionan. Daddy Yankee es muy procaz con su perreo. Gian Marco no hace llorar. Guarda esa rosa, mi amor. Alejandro Sanz no hace suspirar. Shakira no despierta sentimiento ni con movidita de caderas. Ricardo Montaner no invita a la señora de las cuatro décadas a recordar ni al Montaner más monse. Enrique Iglesias hace añorar a su viejo (y a evocar, a flor de piel, a la Kournikova). La inolvidable nueva ola nos ha invadido. Mary es mi amor, en la Vía Expresa, la Marina y en el “Maracaná” de Jesús María, el templo de los eternos enamorados. Recordar es volver a vivir. Añorar aquellos tiempos idos cuando todo era mejor, cuando el amor era idílico, cuando las amistades eran leales, cuando existían los buenos vecinos.

La nueva ola, la música de los años maravillosos, como los goles de Cubillas y los errores de García, nunca pasará de moda.


(*)
jorgepaucar2001@yahoo.com
jorgepaucar2003@hotmail.com

2 comentarios:

erwin valenzuela dijo...

"La nueva ola es un tsunami de sentimiento en el mar del amor". Bella frase. Creo que esta música nació inmortal. Mientras el hombre no descubra cómo evitar enamorarse, estas canciones serán el refugio perfecto para todos aquellos que creemos que "todo tiempo pasado fue mejor". Buena nota y gran juego de palabras... ¡Publica más seguido!

Erwin

erwin valenzuela dijo...

"La nueva ola es un tsunami de sentimiento en el mar del amor". Bella frase. Creo que esta música nació inmortal. Mientras el hombre no descubra cómo evitar enamorarse, estas canciones serán el refugio perfecto para todos aquellos que creemos que "todo tiempo pasado fue mejor". Buena nota y gran juego de palabras... ¡Publica más seguido!

Erwin